domingo, 17 de noviembre de 2013

SOÑÉ QUE LE MATABA

Hace dos días, soñé que le mataba.
Soñé todo borroso.
Soñé ventanas empañadas.

Era un juego de baraja.
Ella siempre escogía primero
y se escondía tras la carta.

En cosas, se transformaba:
Primero un dragón, relleno de palabras.
Luego con su furia me atacaba.

Me defendí de ella abrazándola.
Por un momento bajó la carta y me susurró:
"Mátame, ahora que tienes la espada".

Vi la razón. Oí su dulce voz humana.
Por una vez callé. Por última vez erguí la espada.

El dragón se tumbó panzarriba.
Miró al cielo, a través de la ventana.
Mostró su cuello blanco, débil, evitando la mirada.

Su piel armiña.
Sus ojos de hielo derretidos en lágrimas
mientras caía una gota por la espalda.

Solté el dolor y abracé la parca;
a la mujer tendida, porque no pude matarla.

viernes, 8 de noviembre de 2013

MORIR ES

Cuando miro y no estás.
Cuando estoy y no siento.
Lamento necio, recio peso.

Cuando no puedo más.
Cuando mastico espeso
y pienso en eso, sólo en eso.

Dejar de tocar. Asumir,
sumido en un encierro,
que fui un eco, sólo eco.

Morir es nacer sin molestar,
sin madre, sin miedo,
sin mundo, sin alas, sin beso.

Dedicado a Antonio Martín Prado