Solo el tonto mira al dedo.
De entre la maleza de palabras,
un bosquejo cojo y quieto,
aguzo el cuello entre sombreros:
Una mano apunta al cielo.
Ahora, saber, o nunca...
Cuando el tiempo es verdad
aunque el espacio nos inunda.
Cuando el sentido se nos va y
ardes, quemas, bulles, alumbras.
Escurrido en la gravedad.
Quizás, mejor, vivir sentado.
Obligado a repensar.
Recordando en mi sofá
si era el final de todo.
miércoles, 6 de abril de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)