Desde mi habitación veo la lluvia,
que no me toca, no moja.
Desde mi soledad siento la daga,
que no me calma, me enoja.
Desde mi corazón, la sangre roja.
Desde mi balcón, la lluvia tonta.
No camina el viento. No, las palabras.
Caminan las personas, bajo la lluvia roja.
viernes, 24 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
Buscar asesinos, encontrar muertos
Ya todo encaja. El bueno gana. El malo pierde.
El bueno es mi teoría.
Busco huecos para rellenar una bola de barro.
Encuentro nuevos lodos que amasar.
La montaña está lejos, pero más lejos mi cabeza.
Los muertos no se mueven, los asesinos sí.
Mejor encontrar unos que buscar a los otros.
El bueno es mi teoría.
Busco huecos para rellenar una bola de barro.
Encuentro nuevos lodos que amasar.
La montaña está lejos, pero más lejos mi cabeza.
Los muertos no se mueven, los asesinos sí.
Mejor encontrar unos que buscar a los otros.
Hongos
Por todos mis lados crecen sin permiso.
Opinan sin permiso.
Viven sin permiso.
Conquistan la tierra, queman la piel.
Observan sin permiso.
Procrean sin permiso.
Me llevan dentro y yo a ellos.
Matan sin permiso.
Muero sin permiso.
Opinan sin permiso.
Viven sin permiso.
Conquistan la tierra, queman la piel.
Observan sin permiso.
Procrean sin permiso.
Me llevan dentro y yo a ellos.
Matan sin permiso.
Muero sin permiso.
El estúpido invisible
Estoy aquí, no me ves.
Hace veinte años que cambié, pero no me ves.
Ya no te puedo recordar porque cambié.
No hay lugar donde encontrarnos.
No hay país al que abrazarnos.
No hay realidad que sentir.
Solo cabeza de loco; invisible,
para que pueda pasar por estúpido.
Hace veinte años que cambié, pero no me ves.
Ya no te puedo recordar porque cambié.
No hay lugar donde encontrarnos.
No hay país al que abrazarnos.
No hay realidad que sentir.
Solo cabeza de loco; invisible,
para que pueda pasar por estúpido.
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