El uniforme enorme, planchado, azul, mojado.
Perlas muertas, algodones muertos, pieles muertas.
El uniforme que cuenta cómo va la vida.
El que escupe en la cara del otro; el que disimula la barriga.
El uniforme tan moderno, pero usado.
Que me sostiene, que me irrita, que me digna.
El uniforme que indica, separa, distinta, caníbal.
El que abraza mi espalda y da de comer a mis hijas.
miércoles, 21 de marzo de 2012
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