De militares y ricos.
Unos la matan y otros la traicionan.
Todos la aman en la hoguera
mientras se quema.
Unívoca, eterna.
Con los pies hundidos en el lodo.
Con las manos sangrientas;
llenas de mierda.
En la boca, lejos del corazón.
En los oídos, gusano que trepa.
En la mente, blanca y vacía,
mientras me ciega.
martes, 19 de febrero de 2013
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