Al primero que aprendiste a amar.
Al primero que has odiado.
Al último que olvidarás.
Al que ayer llamaste hermano.
Escondidos bajo la cama,
del mundo, del reloj y de los padres.
Jugando barajas de colores.
Compartiendo sables.
Unir nuestras sonrisas
desde el fondo del cuarto.
Ser cómplices en peleas
y navegar el mismo barco.
Cómo cambió nuestra vida.
Cómo nos han separado.
Cómo escuchar ahora tu risa.
Cómo poder llamarte hermano.
miércoles, 22 de octubre de 2014
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