Qué triste ser poeta
en una tierra de batallas.
Tan triste dar asco
cuando lo bueno termina.
Qué solo es el empeño
cuando nadie lo admira.
Y mientras, la mañana perdida.
El viento, la risa, la ruina.
Por dos motivos me deja.
Memoria, salto, descuido.
Yo, cuando soy primero.
Yo mismo, segundo y tercero.
Huele mal cuando te alejas.
Huele a vacío sediento.
Tan triste ser poeta.
A veces sol. A veces muerto.
sábado, 17 de octubre de 2015
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