Quiero escapar de las palabras
que por siempre me llenan la mirada
de ideas huecas y equivocadas.
Abrir los ojos y vencer al rótulo
abrasivo, iluminado, que no dice nada.
Dejar de comprender. Abrazar los actos
para olvidar las palabras.
Ser más joven y antiguo, a la vez.
Primigenio. Prístino. Puro como Ser
en un verdor de líneas onduladas,
donde el alfabeto no siente, no cabe, no existe...
y el hombre pensativo observa la mañana.
miércoles, 30 de noviembre de 2016
lunes, 28 de noviembre de 2016
PEGADO A TI
Pegado a ti. Abandonado
en un susurro de miel que cae
libada de tu boca a la mía.
Convencido por fin. El mundo
es bello aunque se rompa.
Y caer es flotar. Y vivir en el abismo
es sonreír por la mañanas a tu dulce
tormento de nubes opacas y claroscuros.
De muecas hace tanto olvidadas.
Pegado a ti y sin ti al tiempo. Pues
no te necesito en mi contento.
Me dejo arrastrar, por un ensayo
iluso de ilusiones. Otra versión de mí,
que está dispuesta a no pedir nada a cambio.
Solo cambiar, pegado a ti, sin reparos.
en un susurro de miel que cae
libada de tu boca a la mía.
Convencido por fin. El mundo
es bello aunque se rompa.
Y caer es flotar. Y vivir en el abismo
es sonreír por la mañanas a tu dulce
tormento de nubes opacas y claroscuros.
De muecas hace tanto olvidadas.
Pegado a ti y sin ti al tiempo. Pues
no te necesito en mi contento.
Me dejo arrastrar, por un ensayo
iluso de ilusiones. Otra versión de mí,
que está dispuesta a no pedir nada a cambio.
Solo cambiar, pegado a ti, sin reparos.
martes, 22 de noviembre de 2016
ÁSPIDES
Sierpe que repta, rapta y ruega
para que le dejen en paz en
sus desiertos de arena, mezclada
con el vendaval que todo lo merma.
No son aspas de molino son
ciegas áspides que refriegan.
Se entrelazan como hilos
Nunca caen, aunque se muevan.
Habitan las entrañas, el mecanismo.
Observan las unas a las otras. Bailan
para no perder el ritmo. Sueñan
que son sierpes, dormidas en el abismo
profundo, recóndito... Una vez más, simple arena.
para que le dejen en paz en
sus desiertos de arena, mezclada
con el vendaval que todo lo merma.
No son aspas de molino son
ciegas áspides que refriegan.
Se entrelazan como hilos
Nunca caen, aunque se muevan.
Habitan las entrañas, el mecanismo.
Observan las unas a las otras. Bailan
para no perder el ritmo. Sueñan
que son sierpes, dormidas en el abismo
profundo, recóndito... Una vez más, simple arena.
lunes, 21 de noviembre de 2016
CUÉNTAME
Cuéntame un cuento que me haga olvidar.
Una fábula famosa donde me intrigue.
No quiero pensar, me pesa el sueño.
Quiero arrullarme y soñar. Quiero.
Cuéntame las horas, que no pierda ninguna.
Aquí varado en tu azotea, mientras te veo volar
en mis entretelas, mis candiles varios, mi Yo pasajero.
Espero tu caricia velada, como el agosto. Para agostar.
Cuéntame y calla, farandulero. Dime mentiras.
Sácame de este infierno. La verdad no me interesa.
No creo en lo cierto. Creo en tu voz de satén. En tu aliento.
Creo que la vida es más que cero. Quiero creer y, en creyendo, te creo.
Una fábula famosa donde me intrigue.
No quiero pensar, me pesa el sueño.
Quiero arrullarme y soñar. Quiero.
Cuéntame las horas, que no pierda ninguna.
Aquí varado en tu azotea, mientras te veo volar
en mis entretelas, mis candiles varios, mi Yo pasajero.
Espero tu caricia velada, como el agosto. Para agostar.
Cuéntame y calla, farandulero. Dime mentiras.
Sácame de este infierno. La verdad no me interesa.
No creo en lo cierto. Creo en tu voz de satén. En tu aliento.
Creo que la vida es más que cero. Quiero creer y, en creyendo, te creo.
viernes, 4 de noviembre de 2016
ESTOY
Si corro muy rápido, no noto que estoy parado.
Las horas lentas y los años... como un suspiro, pasan volando.
Si no miro hacia atrás y simplemente huyo hacia adelante.
Si escapo hacia el fin. Pues me asusta lo que tengo a mi lado.
Si quiero morir, de tanta y tanta vida en mi interior.
No hago nada. Solo gasto. Como, duermo, respiro. Nado en
el tiempo; el espacio. Desgasto las palabras. Las uso con desacato.
Poner el pie en la tierra. Una vez más. Lamer su barro sudado.
Estar y no ser, pues no se es si haces por pelear, en el ring equivocado.
Estoy como estuve ayer. Igual de bobo, igual de necio. De perdido; Ajado.
Las horas lentas y los años... como un suspiro, pasan volando.
Si no miro hacia atrás y simplemente huyo hacia adelante.
Si escapo hacia el fin. Pues me asusta lo que tengo a mi lado.
Si quiero morir, de tanta y tanta vida en mi interior.
No hago nada. Solo gasto. Como, duermo, respiro. Nado en
el tiempo; el espacio. Desgasto las palabras. Las uso con desacato.
Poner el pie en la tierra. Una vez más. Lamer su barro sudado.
Estar y no ser, pues no se es si haces por pelear, en el ring equivocado.
Estoy como estuve ayer. Igual de bobo, igual de necio. De perdido; Ajado.
NUEVA ENTRADA
Nueva entrada, cuando no sabes qué escribir.
Y en realidad deseas una nueva salida.
Que el año empiece igual que acaba.
En tus sueños más profundos y privados.
Que se tejen, como tela de araña.
Victoriosos, arrugados, enmarañados.
Tan solo una persona sabe tu verdad.
Atrapada, habita dentro del espejo.
Ya no sale, como hacía antes, a jugar.
Cuando tu vida no es más que un álbum de recuerdos.
De selfies borrosos, tan fríos como una sucesión de ceros y unos.
¿Opciones? Entrar, si ya no sabes a dónde quieres entrar.
Entonces salir; al menos nadie preguntará qué haces ahí tirado.
Entre la gente, bajo sus ruedas, sus persianas,
sus bolsas repletas de mentiras. Gente, que se niega a sí misma.
Todas ellas fotocopias diferentes. Únicas en sus semejanzas.
Y yo, cada vez más gente y menos persona. Cada vez más apagado.
Más mecánico. Más somnoliento. Menos sincero. Gente sin palabra.
Y en realidad deseas una nueva salida.
Que el año empiece igual que acaba.
En tus sueños más profundos y privados.
Que se tejen, como tela de araña.
Victoriosos, arrugados, enmarañados.
Tan solo una persona sabe tu verdad.
Atrapada, habita dentro del espejo.
Ya no sale, como hacía antes, a jugar.
Cuando tu vida no es más que un álbum de recuerdos.
De selfies borrosos, tan fríos como una sucesión de ceros y unos.
¿Opciones? Entrar, si ya no sabes a dónde quieres entrar.
Entonces salir; al menos nadie preguntará qué haces ahí tirado.
Entre la gente, bajo sus ruedas, sus persianas,
sus bolsas repletas de mentiras. Gente, que se niega a sí misma.
Todas ellas fotocopias diferentes. Únicas en sus semejanzas.
Y yo, cada vez más gente y menos persona. Cada vez más apagado.
Más mecánico. Más somnoliento. Menos sincero. Gente sin palabra.
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