La vida redonda
como mi sombra,
que da asco y miedo,
esconde mi persona.
Destruye lo que queda de mañana.
Tapona mis oficios.
Me acaricia;
no siento nada.
La vida acabada.
Aquella que no clama venganza.
En silencio, en la cama.
Remata lo que fui, que no fui nada.
Destruye lo que escondo en mi almohada.
Robó todas las lágrimas,
mis libros, mis alientos...
Olvido la palabra.
domingo, 11 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario