¿En qué piensas mientras lo haces?
¿Qué ideas te convencen en tu cabeza?
¿Qué nueva luz entre tantas calles
te adormece para dormir la siesta?
¿Dijeron la verdad mientras paseaban por tu mente?
¿Explicaron bien las cosas de manera elegante?
No te abandonaron por crueldad. Fue
por ignorancia, rodeada de extraños amantes.
Y tú, ignorante, pusiste nombre a las cosas
cuando siquiera te enseñaron a nombrarte.
Adiós a la eternidad. Hola, cobarde.
Te hundes en agua de pozo mientras tu corazón arde.
martes, 21 de abril de 2015
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