No soy historia, aun cargando
con el peso de todos vosotros.
No soy poeta y, sin embargo, escribo
las mieles más finas y suaves.
No soy maestro y enseño, aprendo,
muestro, confecciono.
No soy efebo, pero siento el Olimpo
cerca; a mis puertas.
Soy amante. De abrazo continuo. Nacido
para admirar todas las cosas.
Soy relator de nuestro consumo,
nuestras beldades, nuestras formas.
Soy humano renco que estira el cuello
para poder respirar entre tantas personas.
Soy o no; soy por no ser, perdido hoy.
Quizás mañana seré verdad, siendo yo mismo.
martes, 23 de abril de 2019
domingo, 21 de abril de 2019
CORAZÓN SOBERANO
No lo llames,
no lo nombres,
no lo nomencles.
Ignora la sociedad.
Deja que se pudra
de envidia y soledad.
Deja que sufra
pues no te puede controlar.
Ya nada inunda.
Ni tu llanto ni tu alcoba.
Ni el corazón soberano
que late por sus propios pasos.
Yerra maldita y moribunda.
Impotente y vanidosa;
Sabrosa como la primera caricia.
Pero libre, sin deudas y ligera.
Equivócate pero sin pena.
Háblame toda la verdad.
Hazme tu compañera.
Abrazaos por siempre.
Escapad de la condena.
no lo nombres,
no lo nomencles.
Ignora la sociedad.
Deja que se pudra
de envidia y soledad.
Deja que sufra
pues no te puede controlar.
Ya nada inunda.
Ni tu llanto ni tu alcoba.
Ni el corazón soberano
que late por sus propios pasos.
Yerra maldita y moribunda.
Impotente y vanidosa;
Sabrosa como la primera caricia.
Pero libre, sin deudas y ligera.
Equivócate pero sin pena.
Háblame toda la verdad.
Hazme tu compañera.
Abrazaos por siempre.
Escapad de la condena.
PEGADO A TU PECHO
Pegado a tu pecho eres
una diosa de floridas religiones.
Se detiene el tiempo y solo
tu palpitar existe
en este océano de dudas.
Marasmo de imprecisiones.
Cosido a tu pecho descanso, goteo
en mí energía, vuelvo a la vida.
Y se me olvida que todo es sueño,
que todo es mentira.
Pegado a tu verdad, eres
la única reliquia.
Tu calor es mi religión.
Tu piel, mi iglesia de culto.
Abandono mi cuerpo;
las enfermedades.
Pegado a tu Ser encuentro
el todo, el porqué,
el espacio donde volver,
cuando el oxígeno me da calambre.
una diosa de floridas religiones.
Se detiene el tiempo y solo
tu palpitar existe
en este océano de dudas.
Marasmo de imprecisiones.
Cosido a tu pecho descanso, goteo
en mí energía, vuelvo a la vida.
Y se me olvida que todo es sueño,
que todo es mentira.
Pegado a tu verdad, eres
la única reliquia.
Tu calor es mi religión.
Tu piel, mi iglesia de culto.
Abandono mi cuerpo;
las enfermedades.
Pegado a tu Ser encuentro
el todo, el porqué,
el espacio donde volver,
cuando el oxígeno me da calambre.
miércoles, 10 de abril de 2019
GRISALLA
Pobre
con puños de grisalla.
Canela,
clavo, sudor y lágrimas.
Batalla
perdida, desconsolada.
Pobre,
con codos sucios
y
olor a manta.
Pobre
sin confianza en el mañana.
Cada
mañana, una y otra,
enterrado
entre las ganas.
Pobre
con luces lacias
y
cuentas falsas.
Pobre y numerado, corto.
Corte
mitad en la juventud.
Todo
ahora parado.
Pobre
por confusión.
Perdido,
ajado y desolado.
COBALTO
Cobalto
en la piel y seiscientas
noventa
razones para naufragar. Salir
volando
por las azoteas
entre
dos mundos. Uno
que casi no está y otro
que
todavía no comprendo.
Silente,
como la furia del mar
cuando
nadie se presta a escuchar.
Furiosa como emperatriz de cristal
que
comanda ejércitos de arena
entre
dos inteligencias: Una
fabricada
con sal y otra
esperando
a ser devuelta.
GIGANTE
Necesito un gigante que me arrulle;
Me levante liviano y en sus cuencas
me tenga para dormir allí por siempre.
Como si fuera tierra. Tierna. Tierra.
Elevada en sus manos, el gigante
gigantea por las mañanas, por las noches.
Seguro de no desfallecer. De seguir constante.
Necesito una torre, un abismo, una piedra.
Un gigante que me arrulle, por ser yo, cobarde.
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