Me imagino cómo será la parte
de atrás de tu mirada. Qué desvelos
esconde; qué ansias. Qué desventajas claras
que pueda abrazar, ensoñar, privatizar
mientras me hablas.
Imagino las noches, los días. La mente
que se aproxima y declama. La piel que no se toca.
La avaricia, la envidia. La realidad que se pliega
a tus deseos. A mis enredaderas. Tiemblas; espero.
Deseas y no entro.
Imagino los misterios que se abren como una rosa.
Frescos por la mañana; envueltos entre telas.
Honestos en la oscuridad, donde nadie llega.
Donde está prohibido soñar. Donde nada espera.
Encerrado, flotando, en una esfera.
martes, 2 de julio de 2019
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