Una mentira es una
declaración falsa emitida conscientemente. Oculta, exagera o merma la realidad
en beneficio de quien la infiere. Enoja a la razón y a la justicia porque se
arroja contra el otro, en su perjuicio. No hay opiniones cuando todo está manchado
por la mentira. Por eso se pierde la confianza en la palabra. La mentira
indigna cuando es descubierta y se recubre de cinismo cuando el emisor se niega
a limpiar la realidad y a retirar sus declaraciones interesadas. Esta es la
única génesis posible para entender a personas como Esperanza Aguirre, tan
alejadas del Género Humano. Su comportamiento público; su nulo respeto hacia
otras personas de su especie, llenan de rabia e impotencia a otros que
comparten la realidad con ella, pero no sus mentiras. La mentira, decía
Maquiavelo, se usa para ganar guerras y ocultar estrategias. Esto es, tratar
siempre al otro como a un enemigo. Y a tus amigos como a soldados o piezas de
un ajedrez. La mentira, un puñal sonriente con el que ganar elecciones, cuando
sólo eso importa.
sábado, 11 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario