Solo estoy muerto cuando
las sábanas tocan tu cuerpo sudado.
Solo me muero cuando
te pierdo aun estando a tu lado.
Cuando me siento pesado y
se me olvida lo acordado.
No recuerdo lo olvidado.
Eres un sueño, dueño
de mis entendederas y vacío
como río de ascuas sedientas
que caen, cesan, manchan, duelen.
A la vez que vuelven
más marchitas que nunca y suelen
traer consigo lo que escondí un día
en un pasillo frío, atolondrado, como ladrido.
Solo estoy muerto en las ganas
de perder del todo este olvido
y no volver a hacer nada. Solo
estoy muerto hoy aquí contigo.
En las enredaderas, con Morfeo
y unos amigos.
miércoles, 27 de enero de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario