Mi dios es mirada perdida
en el niño que nace ahora.
Los colores de las cosas.
La mañana y sus sombras.
Mi dios es tumulto de gente
rodeando a una persona
que ríe a carcajada limpia;
que abraza, besa y llora.
Mi dios no piensa en morir
pues la vida es poca y corta.
Está contento de verme y
de beber conmigo su copa.
Mi dios es tierna locura.
Es verano caliente que arropa.
Dulce venganza de madre,
azar del destino idiota.
viernes, 20 de febrero de 2015
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