Busco tu yo en la cama,
resbalando entre las sedas,
escuchando la mañana.
Encuentro el sabor perdido:
Lo nuevo, lo mejor,
lo añorado, la pausa.
Bebo otra vez tu savia.
Siento perderte de lado
envuelta en azur, la palabra.
A tientas, amordazado
en tu cuerpo, en tu sal,
en tu mente calmada.
A penas sin respirar.
Por ti y en todo
para vivir sin nada.
jueves, 19 de marzo de 2015
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