lunes, 23 de febrero de 2015

MI OTRO DIOS

Mi Dios es un tornado que ciega. 
Es caos privado que apesta. 
Es un charco sucio y 
una persona sedienta. 

Es polvo, ruina y telaraña. 
Aburrimiento y olvido; muerte. 
Mi Dios es un martirio perenne. 
Abandonado, ciego, presente.  

No quedan santos, tampoco
personas. No quedan manos, 
caminos ni horas. No son los
años, son las bromas. La 
pesada carga. Morir a solas. 

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