martes, 2 de julio de 2019

CANSANCIO

Y acaece Vésper para abrazarte con su manto.
Tornar las tapas de tus ojos, y si olvidarlo,
todo hasta mañana. Perdido en una maraña de barcos.

Que son un todo en el puerto, yaciendo sonrojados.
Tumbados, oscos, calmos, cierzos, rezagados.
Mientras el vaivén crepuscular olvida el desengaño.

Y todo no es más que un mar en un espejo empañado.
Donde las almas se cruzan casi sin rozar, de soslayo.
El cansancio te mece, te vence, te deja flotar horadado.

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