martes, 11 de noviembre de 2014

NO VALE NADA

Pídeme que te comprenda
y que caminemos juntos.
Dame la mano prieta
y te traeré el mundo.

Si el sol se pone,
pídeme las estrellas.
Y si calienta, agua seré
allí en la meta.

Dime qué más puedo hacer
porque, hacer por hacer,
ya me cansa.

Obedezco, persigo, sonrío,
hablo, duermo, amanezco
y no vale nada.

Dime que me retire y,
como buen soldado que soy,
lo haré en silencio;
al fondo de tu alcoba.

A pensar qué hice mal.
A mirar en mis bolsillos de arena,
por si quizás guardo aún un reloj
que libere mi condena.

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