domingo, 21 de abril de 2019

CORAZÓN SOBERANO

No lo llames,
no lo nombres,
no lo nomencles.
Ignora la sociedad.

Deja que se pudra
de envidia y soledad.
Deja que sufra
pues no te puede controlar.

Ya nada inunda.
Ni tu llanto ni tu alcoba.
Ni el corazón soberano
que late por sus propios pasos.

Yerra maldita y moribunda.
Impotente y vanidosa;
Sabrosa como la primera caricia.
Pero libre, sin deudas y ligera.

Equivócate pero sin pena.
Háblame toda la verdad.
Hazme tu compañera.
Abrazaos por siempre.
Escapad de la condena.

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